sábado

Que no me falte nunca tu mirada


 (Para traerme un sueño, para calmar el viento,

para arrullar la pena, para reír por dentro)


Llegas como el suave trino del gorrión en la 

mañana, inmaculada cual paloma, con el brillo

de la manzana aún no mordida.

Y me dejas de tu pecho la llegada,

y me dejas con un beso tu partida.

Pero se que volverás como aquel día

envuelto en un abrazo de cariño.

Y se que tu caricia es dulce almíbar

y se que tu regreso siempre es tibio.

Que tenerte a mi lado es un alivio,

que tomarte de la mano es un regalo.

Que no me falte nunca tu mirada

aquella que una vez tuve tan cerca,

aquella que de lejos aún me mira...









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